Archivo por meses: abril 2020

El reseteo

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Categoría: Política

Estaba buscando una cosa que publiqué hace poco y aparece esto…

www.diariodeburgos/no/van/en/broma

Asamblea general de Ciudadanos este puente. Toca reseteo. ¿De qué modo? Ahí está el quid de la cuestión.
Si la renovación va a ser ‘a lo Casado’, pintar fachada y giro de 360°, mal vamos.

Si cambian unas cuantas caras y no se mejora lo que había, mal vamos.
Si cambian las portavocías para ser distintas voces con un mismo tono (confío en que a Edmundo Bal se le dé mucha cancha en el Congreso), mal vamos.
Si se apuesta por el hiperliderazgo, mal vamos.
Si no hay otro líder, otro contrapeso, como hubo en tiempos de Rivera con un ‘big ticket’, mal vamos.
Si no se atiende a las agrupaciones locales y a las bases, mal vamos.
Si no se potencia Comunicación, mal vamos.
Si se focaliza demasiado en Madrid, en el Congreso, y se deja hacer y deshacer a los barones regionales, mal vamos.
Si vuelve la fiebre de ‘fichajes’ de otros partidos y no de la ‘cantera’, mal vamos.
Si no se reconstruyen puentes con diversos grupos mediáticos, mal vamos.
Si no se potencian las RRSS y se sigue tendiendo a rebotar lo que mandan desde Alcalá 253, al ombliguismo local y a, en algunos casos, penosos vídeos en Twitter de agrupaciones locales, mal vamos.
Si al talento que llega de fuera con toda la ilusión del mundo se le margina, mal vamos.
Si permiten la ‘vieja politica’ (enchufes, amiguismo entre colegas que estuvieron en otros partidos y buscan un 2nd Life en CS), mal vamos.

Si se arrima demasiado al PP como ha pasado en el País Vasco, donde tienen el enemigo en casa («Los votantes de Vox y Cs tienen su casa común en el PP», Iturgaiz me lo dijo en una entrevista), mal vamos.
Si para las catalanas no empieza a mover ficha desde YA para buscar esa coalición que no quiere el PP, mal vamos.
Inés Arrimadas, que empieza a virar al centro, merece al menos los 100 días de cortesía y eso que estará de baja. Me da que batirá el récord de Soraya Sáenz de Santamaría en lo que a reincorporación se refiere. Yo creo en ella.
https://www.instagram.com/p/B_kEPqpJp2W/?igshid=fljic0wiyoxs


Rota

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Categoría: Andalucía

Mi pueblo, mi refugio, mi descanso del guerrero, mi sol, mi luz, mi lluvia, mi tormenta, mi calima, mi bochorno, mi levante, mi poniente, mi día, mi noche, mi urta, mi tortillita de camarones, mi arranque, mi azúcar de Cuba, mi Mina, mis pizzas, mis hamburguesas, mis helados, mi Jesús Nazareno, mis chirigotas, mi cine Vitoria, mi Royal Cinema, mi cine Atlántico, mi cine San Fernando, mi cine Playa, mi cine Florida, mi bar Playa, mi mayeto, mi Eclipse, mi Parra, mi botellón, mi Ibense, mi Costilla, mi Puntacandor, mi Curva, mis Corrales, mi Iglesia de la O, mi Castillo de Luna, mi Luis Ponce de León, mi Base, mis aguavivas, mi espigón, mi gente, mi amiga Lola, mi casa, mi vida… mi patria.


El precio de la fe

Categoría: Uncategorized

Algún aplauso de las ocho debería caer para los curas, que son médicos del alma para muchas personas.

En Italia han muerto 96 por confortar a las víctimas; enfermos y familiares.

Uno de mis mejores amigos, de esos que tienes de niño en verano y del que ya no te separas, es sacerdote en Denver, EEUU, y el otro día me contaba que acababa de confesar y dar la extrema unción a una señora agonizante. Eso es ser un mártir. No hay leones, ni romanos, ni talibanes, solo un agente patógeno.

No tenía miedo ninguno. Sabía que iba protegido, pero nunca es suficiente, y más si quieres escuchar a una persona que va a dejar este mundo y se agarra a la fe como un náufrago a un tablón de madera tras hundirse el ‘Titanic’.

Todos nos exponemos, sobre todo los que tenemos que salir a trabajar con nuestros salvoconductos por si nos paran.

El otro día hablé con un conocido, un jefazo de la empresa donde trabajo. Es un gran tipo, de lo mejor que hay ahí. No sabe lo que es la prepotencia ni la chulería y mira que se lo podría permitir (es un decir).

Nos contamos el parte de guerra (mi tía muerta, otra tía positivo y un familiar suyo positivo), como se lo contaría a un compañero o a un vigilante (no distingo cargos sino miradas).

Al irme le dije: «¡qué suerte tenemos de ser creyentes! Si no, esto sería desolador». Asintió y sonrió.

https://www.abc.es/sociedad/abci-curas-italianos-pagan-alto-precio-confortar-victimas-coronavirus-96-fallecidos-202004061559_noticia.html

PD

Aquí os dejo una entrevista increíble de un amigo de Linkdln, Miguel Ibabe Botella.


Canta una saeta

Categoría: Andalucía

Hoy comienza la Semana Santa de verdad, y lo haremos escondidos en nuestros hogares mientras una plaga bíblica va casa por casa, residencia por residencia, intentando llevarse a todos, principalmente a los más mayores y débiles.

Recuerdo que en las clases de catecumenado cuando era un adolescente nos decía el catequista que en Semana Santa debíamos leer la Biblia, la Pasión. En silencio. En soledad. Porque esa es una de las grandes verdades de este mundo: nacemos y morimos solos.

También recuerdo la única vez que salí como nazareno, en Rota. Tendría 12 años. Fui a comprarme el capirote con mi amigo Santi y su madre y me tuvieron que dar el de talla de adulto (qué vergüenza!).

Y llegó el gran día. La gran noche, la noche más larga. El sermón, algo que espantó a Santi, hizo que me quedara solo. ¿Solo? No. Rodeado de hermanos que no conocía y, sobre todo con el Padre Jesús Nazareno y la Virgen de las Angustias. Nunca me había sentido tan acompañado. Y salimos. Silencio sepulcral. Solo se oían nuestros pasos.

A través de mis ojos de penitente miraba fijamente a la gente (lo suelo hacer con mis eternas gafas de sol) y me ponía en su piel. ¿En qué estarían pensando? ¿Cómo eran sus vidas? ¿Serían felices?

Vi a gente seria, emocionada con las saetas. La voz de la Virgen y la de Dios retumbaba en nuestros oídos y en nuestras almas.

Miraban con fe a esos ángeles que desde balcones cantaban a Dios y a la Virgen. Esta madrugada no estarán. O sí.


Ella me guía

Categoría: Andalucía

No hay procesiones, ni trompetas, ni tambores, ni olor a incienso ni a cera derretida.

Ella te guía.

No sé si este año, al no procesionar por las calles de Rota, llorará por su hijo. No lo verá a lo lejos. Ni cerca tampoco.

No estaremos con ella compartiendo su dolor ni dejándonos contagiar por sus lágrimas. Tampoco la harán bailar los costaleros sudorosos y ebrios de fe a los que se les escapa alguna palabrota (o algo peor). No escuchará nuestras súplicas pues no la veremos esta noche ni por la mañana.

Pero sí llorará por su hijo Dios y por sus hijos e hijas de la tierra. Porque sabe que desde hace un endemoniado mes eterno llevamos también una cruz, y que el miedo, el dolor y la muerte campan a sus anchas por las calles y por nuestros corazones.

Ella nos guía.

No la oyes?

Es la Virgen que pasa.


La tía Consuelo

Categoría: La vida

Una vida se apaga mientras otras luchan por no hacerlo. Rezo por estas últimas porque la primera ha ido al Cielo directa. Tenía tribuna de preferencia.

No hay mejor lección de vida que la que me dio mi tía Consuelo en su último audio. Me echaba una buena bronca (la penúltima fue hace un año y le colgué) por pedirle que no estuviera nerviosa. Me habló de resignación pero, sobre todo, de aceptación. Con una fe a prueba de montañas.

Te paso, como si fuera el fuego de una vela, su testimonio de fe para unos momentos tan duros y angustiosos como los que estás viviendo. Cuídate, ánimo, no salgas de casa, reza, llama a los tuyos más, ama la vida y a la gente con más intensidad, y ten fe, mucha fe…

Un amigo cura, el que nos casó, me ha puesto lo siguiente: «Cuenta con mi oración por unas y otras. Como decía san Pablo: ‘En la vida y en la muerte somos del Señor’. Que confiemos en Él en los buenos momentos y en los no tan buenos, cuando está despierto y cuando nos parece dormido».

Con una sonrisa la primera vez que nos vimos y con una sonrisa la última vez que nos vimos y la última que nos oímos.

Deja en esta tierra Consuelo

Esto lo escribió un amigo de la infancia que es cura en Estados Unidos y que el día anterior me contó que se expuso muchísimo al confesar y dar la extrema unción a una feligresa:

«Querida hermana, te entrego a Dios, y, como criatura suya, te pongo en sus manos, pues es tu Creador, el que te formó del polvo de la tierra.

Que al dejar esta vida, salgan a tu encuentro la Virgen María y todos los ángeles y santos.

Que Cristo, que sufrió muerte de cruz por ti, te conceda la verdadera libertad.

Que Cristo, Hijo de Dios vivo, te aloje en su paraíso.

Que Cristo, buen pastor, te cuente entre sus queridas ovejas.

Que te perdone todos los pecados y te agregue al número de sus elegidos.

Que puedas contemplar cara a cara a tu Redentor y gozar de la visión de Dios por los siglos de los siglos.

Amén».

PD

Los caminos del Señor son inescrutables. Casi no me recupero de la pérdida de mi tía Consuelo y ahora me entero que se ha contagiado la que había vivido con ella desde que nació, Concha.

No nos hizo caso cuando le pedimos que se aislara al dar positivo su hermana. «Uno mi destino al de ella», dijo irresponsable y amorosamente.

Esta mañana se ha confirmado lo que todos temíamos: está contagiada.

Quizás no debería contar esta historia. ¿Exhibicionista? Es posible. ¿Quiero dar pena? No. Tan solo quiero ayudarte, pedirte que, aunque cueste, tengas fe.

¿La vida te golpea con saña? Sonríe. La vida te quita a los que más quieres? Sonríe. ¿La vida se muestra injusta y cruel? Sonríe. Porque la vida pasa y Él te espera. O eso creo. Quiero creer. Necesito creer. Y tú también.

Los caminos del Señor son inescrutables. Y los de la felicidad también.