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¿Villacís es el futuro de CS?

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Categoría: Política

Quédate con esta foto! A este analista político con 25 años de experiencia como periodista y más de 14 como jefe de España en los periódicos del Grupo Promecal a veces le salen los pronósticos.

Vaya por delante que Edmundo Bal me cae bien. Es un gran tipo con quien tuve la suerte de tomarme un café con Melchor Miralles en el Palace poco antes del ‘minifin del mundo’. Podía haberse hecho rico explotando su historia (degradado por el Gobierno por su lucha implacable contra el procés), pero decidió, gracias a Albert Rivera , hacer carrera política.

Pero la evidencia es la evidencia. El pasado domingo, Begoña Villacís (que le ayudó mucho en su entrada en la res publica) le sopló tres palabras, ‘Policía Local’ y ‘Barajas’, para responder a una pregunta incómoda. Y 24 horas después declaró, como si fuera la número uno de la lista, que no van a pactar con Gabilondo e Iglesias. Y yo me pregunto: Por qué no ha sido ella cabeza de cartel? Supera por goleada en telegenia y experiencia en la Comunidad al diputado, quemado por dejarse partir la cara por la prórroga del estado de alarma y por ‘lo’ de Murcia.

Me comentan que se lo ofrecieron y dijo nones. Está muy cómoda como teniente alcalde de Madrid. Mala compañera y subordinada. «La ideología de Villacís es Villacís», me comenta una antigua colaboradora suya, que añade: «En Legálitas tenía la jeta de ponerle caritas a más de un compañero para pedirles expedientes que habían llevado un caso similar al suyo. Es una Barbie de la política». Armas de mujer.

Y precisamente esas armas (se cargó a muchos de sus colaboradores en sus comienzos) son las que le pueden ayudar para liderar Ciudadanos en menos de un año… o bien pasarse al PP de su amigo Almeida. O las dos cosas. Esa es la opción más probable.

Suena a ciencia ficción pero no lo es, sobre todo porque Ciudadanos se ha convertido en una película de serie B, con giros en la trama que solo pueden firmar los guionistas más incapaces.

Veamos. Si ahora mismo los naranjas coquetean con el 5% y en campaña siempre pierden fuelle y más en una guerra de frentes, pongámonos en que fracasan y no entran en la Asamblea. Arrimadas posiblemente se iría o quizás dimitiría en otoño, cuando creo que habrá generales si Ayuso se ve obligada a pactar con Vox y meterlo en el Gobierno (la foto de Colón se quedaría en pañales).

En ese escenario la madrileña estaría en el selecto grupo de dirigentes inmaculados por la prórroga del estado de alarma y ‘lo’ de Murcia… Y la Comunidad de Madrid. Y encima está en la cúpula tras mucho protestar. Blanco y en botella.

Muy posiblemente, si Arrimadas se fuera, se presentaría a liderar Ciudadanos y lo lograría. Si el partido siguiera en picado y fuera irremediable la absorción del PP, no es lo mismo negociar su incorporación siendo presidenta de los naranjas que mera teniente de alcalde de Madrid.


Califa rojo y maestro de pueblo

Categoría: Andalucía , Política

Tuve el placer de entrevistar dos veces a Julio Anguita, líder de los comunistas entre 1989 y 2000. En persona y por teléfono. Este sábado se ha ido y siento una pena tremenda. Como si se hubiera ido un maestro de mis tiempos de la EGB.

Lo primero que le dije en cuanto le vi en Palencia (presentaba un libro, creo) fue «Pues perdone que diga esto pero no puedo hablar mal de los americanos. A mí y a mi familia nos han dado de comer en Rota».

En general me gusta picar a mis entrevistados nada más empezar, al menos descolocarles. Y por eso empecé por ahí. Pensé que saltaría, que entraría en cólera y que me echaría una perorata o criticaría la insolidaridad de todo el pueblo… Nada de eso. Me dijo entenderlo perfectamente con una sonrisa cómplice. Ahí me conquistó. No tanto cuando se puso a hablar de Cuba luego…

Cruel paradoja de la vida, su hijo Julio moriría un año después en un convoy yanqui en Irak.

La siguiente vez que hablamos fue por teléfono. Daba gusto oírle! Se rió cuando le dije que me sentía como en clase! Y me contó una anécdota impagable de un alcalde que había sido militar franquista: «Me comentó que era demócrata… Campechano».

Igual soy un iluso pero siempre he pensado que la izquierda es la conciencia de la sociedad. Si no fuera por ella, los trabajadores viviríamos en barracones los ocho días de la semana. Luego, aparte de ese corazón medio rojo llega el momento de crear riqueza, de amar la libertad sin cortapisas, de premiar al emprendedor, de que sea más rico el que más trabaja y se forma, de que haya desigualdades (sin marginalidad, ojo)…

Yo creo en una España de dos, ¿sabes? Mi abuelo fue militar de Franco en mi pueblo y allí estuvo al mando unos años. Había un campo de concentración. Nunca les faltó de nada a los presos y logró la liberación de alguno. También ayudó a un chico a sacarse las oposiciones a cartero sabiendo que era rojo. Así me lo recordaba este en la oficina de Correos. «Si la gente de derechas fuera como tu abuelo, yo sería de derechas». Esa emoción en sus palabras, esa mirada de agradecimiento y cariño hizo que anidara en mí el sueño de hacer carrera política, de la que salí trasquilado dos veces.

Y es curioso porque llevo la política en el ADN. Un tío mío fue concejal del PSOE en mi pueblo, en Rota, y mi otro abuelo fue de los primeros en sacarse el carné del Partido Comunista en Puerto Sagunto. ¡Benditos soñadores!

«Soy utópico porque la utopía es real, no tiene nada que ver con la quimera» (Julio Anguita)

DEP en el cielo de los rojos. Porque lo hay. Es el mismo que el tuyo y el mío.

Entrevista a Julio Anguita (27/01/2014)


El reseteo

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Categoría: Política

Estaba buscando una cosa que publiqué hace poco y aparece esto…

www.diariodeburgos/no/van/en/broma

Asamblea general de Ciudadanos este puente. Toca reseteo. ¿De qué modo? Ahí está el quid de la cuestión.
Si la renovación va a ser ‘a lo Casado’, pintar fachada y giro de 360°, mal vamos.

Si cambian unas cuantas caras y no se mejora lo que había, mal vamos.
Si cambian las portavocías para ser distintas voces con un mismo tono (confío en que a Edmundo Bal se le dé mucha cancha en el Congreso), mal vamos.
Si se apuesta por el hiperliderazgo, mal vamos.
Si no hay otro líder, otro contrapeso, como hubo en tiempos de Rivera con un ‘big ticket’, mal vamos.
Si no se atiende a las agrupaciones locales y a las bases, mal vamos.
Si no se potencia Comunicación, mal vamos.
Si se focaliza demasiado en Madrid, en el Congreso, y se deja hacer y deshacer a los barones regionales, mal vamos.
Si vuelve la fiebre de ‘fichajes’ de otros partidos y no de la ‘cantera’, mal vamos.
Si no se reconstruyen puentes con diversos grupos mediáticos, mal vamos.
Si no se potencian las RRSS y se sigue tendiendo a rebotar lo que mandan desde Alcalá 253, al ombliguismo local y a, en algunos casos, penosos vídeos en Twitter de agrupaciones locales, mal vamos.
Si al talento que llega de fuera con toda la ilusión del mundo se le margina, mal vamos.
Si permiten la ‘vieja politica’ (enchufes, amiguismo entre colegas que estuvieron en otros partidos y buscan un 2nd Life en CS), mal vamos.

Si se arrima demasiado al PP como ha pasado en el País Vasco, donde tienen el enemigo en casa («Los votantes de Vox y Cs tienen su casa común en el PP», Iturgaiz me lo dijo en una entrevista), mal vamos.
Si para las catalanas no empieza a mover ficha desde YA para buscar esa coalición que no quiere el PP, mal vamos.
Inés Arrimadas, que empieza a virar al centro, merece al menos los 100 días de cortesía y eso que estará de baja. Me da que batirá el récord de Soraya Sáenz de Santamaría en lo que a reincorporación se refiere. Yo creo en ella.
https://www.instagram.com/p/B_kEPqpJp2W/?igshid=fljic0wiyoxs


Gracias, Goyo

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Categoría: Política

Era un 24 de enero de hace 25 años en Sevilla. Generosamente soleado, el día prometía pero pronto se oscureció. ETA había asesinado la tarde anterior a Gregorio Ordóñez, concejal del PP en San Sebastián y azote de batasunos y etarras. Por eso le mataron. Tenía solo 36 años.

Eran las ocho de la mañana y me metí en la cama del que era mi compi de piso, mi hermano, a escuchar a Antonio Herrero. Me hizo llorar (a mí y a centenares de miles de oyentes) Ana Iríbar, que llena de rabia y desolación, deseaba la muerte de los que le arrebataron lo que más quería, convirtiéndola a ella en viuda y a su hijo Javier, de 14 meses, en huérfano.

Yo hasta ese momento poco sabía de la vida y mucho de la diversión. Tenía 20 años, estudiaba Tercero de Derecho y gozaba de unos sueños que no iban más allá de Rota y la Base.

Pero llegó Goyo y ahí surgió mi vocación politica, algo que había mamado de pequeño, viendo y escuchando tertulias, mítines y entrevistas. Por no hablar de ensayar discursos frente al espejo del cuarto de baño, algo que sigo haciendo.

Decidí entonces afiliarme al PP, a las NNGG, donde muy poco duré. Aquello era un club social lleno de señoritos andaluces, cortijeros. Buenas bodas!, pensé, y eché el cierre a ese sueño.

No pasó demasiado tiempo, dos años y pico, para que éste volviera a llamar a mi puerta. Noche del 11 de julio de 1997. Ayuntamiento de Ermua. Segunda noche del ultimátum del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco (29), que dio el paso por Goyo. Estuve con un grupo de chavales de NNGG que se jugaban el tipo y algo más. «Mi madre me ha preguntado si merece la pena seguir, y yo le he dicho que sí, que son mis ideales», dijo Iñaki Ortega, que convenció al infortunado edil para que se metiera en política.

Pasaron años, lustros y me tocó entrevistar a un veinteañero llamado Albert Rivera, que por liderar un partido que defendía España había visto en el buzón de casa una bala dentro de un sobre.

Tiempo después, en noviembre de 2017, entrevisté a Inés Arrimadas poco antes de que hiciera Historia con su victoria en las elecciones catalanas. Me conquistó su valentía y su capacidad de sufrimiento ante gente que intenta romper este maravilloso país.

El pasado marzo, poco antes de las generales, conocí a un tipo corriente que, sabiendo que iba a perder, le echó un pulso al Gobierno por defender que Junqueras y cía habían cometido un delito de ‘rebelión’. Es mi amigo Edmundo Bal.

Todos ellos, héroes, han sido mi ejemplo en esta vida que pide a gritos una nueva etapa. GRACIAS.


Oramas: gracias y adiós

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Categoría: Política

De esta investidura tengo muy claro que la ganadora moral ha sido Ana Oramas. Inés Arrimadas también ha hecho un gran papel. Su talento, descaro y pasión siguen creciendo, ha contado con el mejor jurista del Parlamento (Edmundo Bal) y ha sido favorecida por los turnos de intervención (alguna ventaja tiene ser de los últimos en salir por la escasa representación).

Mediáticamente, ha arrasado la canaria. Nunca un post mío en Linkdln ha recibido tantas visualizaciones (casi 65.000) y recomendaciones (450) en cuatro días y sigue subiendo. Estoy alucinando. Casi todo eran aplausos para ella. También críticas duras y alguna con fundamento.

Googleo y veo de todo. Hay luces y sombras, como tod@s, pero lo que ha hecho en estos días la todavía diputada de Coalición Canaria justifica toda su carrera. Demostró que el interés general está por encima de todo, de ella, de su partido… No hubo muchos valientes cerca que se rebelaran contra su propia formación. Curiosamente, Pedro Sánchez cubrió de oro a los rebeldes de 2016.

Hacen falta heroínas, aunque también es cierto que debería renunciar a su escaño. Confío en que siga en política.

Chapó por Miguel Ángel Revilla y su PRC. Ha demostrado que el interés general vale más que un AVE, unas reformas en el hospital, un Ejecutivo autonómico (indecente la amenaza de Sánchez), una región… ¡Me voy a comer unas anchoas a su salud!

Esto es la política con mayúsculas, con estadistas, no oportunistas ni estómagos agradecidos ni gente que, con ‘CV modelo Lastra’, no tienen dónde caerse muerta si dejan la res publica.

Le deseo sinceramente lo mejor a este Gobierno. Será buena señal. Y que como dijo Pablo Casado, Sánchez sea capaz de engañar a los independentistas y proetarras como ha hecho con sus votantes y el PSOE.

Son muchas las líneas rojas que ha cruzado el madrileño, pero que no nos engañen él e Iglesias: no hay dos Españas. Hay una en la que su presidente del Gobierno pacta con españoles (mal que les pese) que quieren destruirla.


Un líder en minúsculas

Categoría: Política

«La política sirve para mejorar la vida de las personas, si las personas que hacen política son capaces de eso para conseguir un puesto…» Esta frase es de un buen amigo al que apenas conozco y con el que me encantaría trabajar codo con codo por un sueño en el que ya estoy participando, aunque sea en plan hobby.

Soy idealista, no gilipollas, y aunque solo haya entrado tímidamente en ese mundo, del que me previene la gente que me quiere, y me haya llevado dos cornadas, quiero jugar. Quiero jugar, entre otras cosas porque tengo una red para ese triple salto mortal que se llama excedencia. Y porque tengo experiencia laboral, experiencia vital y, por encima de todo, fe.

Tengo 45 años y quiero dar lo mejor de mí mismo, lo que me quede por vivir. Según mi cardiólogo, no mucho. Así que si queda algo de vida en mí, ahí estaré. De pie, con una sonrisa. Aunque me muera por dentro. Algo muy gaditano, por cierto.

Yo nací viejo, ¿sabes? Me crié en un colegio donde pronto aprendí lo que era la pobreza y la marginación. Y con siete años me preguntaba muchas cosas y no encontraba respuesta. Aún sigo haciéndolo. Dios me dio un don: llegar al corazón de la gente. Creo que hice todo el bien que pude cada vez que mi oficio de periodista me lo permitió, pero ya no me satisface. Quiero más.

Nunca he terminado de entender cuál es la fuerza del poder y el dinero. Las sombras de quienes los poseen en abundancia se agrandan, pero solo eso. Me quedo con la gloria, el sentirme bien conmigo mismo ayudando a mejorar la vida de los que me rodean y no me rodean. No entiendo otra forma de vivir la vida que viendo a Dios en los ojos de los demás.

No tengo ambiciones políticas. No me llama la atención ser concejal, secretario general, alcalde, ministro, presidente del Gobierno… No aspiro a nada de eso. A nada. Todo eso me sobra. Yo no he nacido para ser un político, un vendedor de corbatas. Yo he nacido para ser un líder, un líder en minúsculas, pero líder a fin de cuentas. Tú también lo eres, aunque no lo sepas.

No soy un santo, ni un iluminado… Solo soy una persona corriente que junto a otras personas corrientes quiere hacer cosas extraordinarias. Solo soy… un ciudadano.