La gaviota

La gaviota

Categoría: La vida

Foto: Enrique Román Carballo

Mi animal preferido

Anoche, a eso de las cinco de la madrugada, volví de mi paraíso, de mi descanso del guerrero.

Increíble. Lo nunca visto. Dos tardes de playa, un baño, un paseo nocturno hasta el espigón… Y familia y muchos amigos. Aparte, una Liga a ritmo de choco y limón con bufanda del Madrid y mascarilla blanca.

Me siguen fascinando las gaviotas. No sé qué será de mi vida, pero sí qué seré en la próxima.

Contemplar y meditar son parte de mi ADN. Desconectar del todo, desgraciadamente, no.

He tenido tiempo para pensar en mis ilusiones, mis proyectos, mi pasado, mi vida… Quizás porque he estado solo, en plan Robinson Crusoe, durante casi una semana, quizás porque me caen 46 en dos.

Alguien a quien quiero mucho y me quiere poco me suele decir sin venir a cuento, que ojalá se cumplan mis sueños. Pues bien, si vuelve a soltarme ese deseo prefabricado, lleno de conservantes y colorantes, es posible que le mande a la mierda, aunque supongo que me limitaré a un GRACIAS. Y quién sabe si en un arranque de sinceridad le diré a ese falso amigo quedabien, de esos que cubren el expediente en navidad y poco más, que se me olvidó soñar, que los dos últimos sueños se esfumaron, que toca sobrevivir. Hoy más que nunca.

Mi lucha.

Mientras pensaba en ella, en mi lucha, y me atormentaba por las ilusiones vacías, los esfuerzos estériles y los corazones huecos, me puse a contemplar gaviotas. No eran las cien de Duncan Dhu. Quise cazar a varias pero no pude. Demasiado rápidas. Y entonces me giré y la vi. Y lo comprendí todo.

Volaría sin rumbo fijo. Como ella.

Volaría con el sol detrás. Como ella.

Volaría solo. Como ella.

Volaría en modo ultreia et suseia, mirando hacia lo alto y hacia adelante. Como ella.

Volaría con hambre. Como ella.

Volaría por el mero placer de volar. Como ella.

Volaría sin preocupaciones, sin ilusiones, sin proyectos, sin esperar nada de la vida ni de nadie, sin pensar en el mañana ni en el ayer sino en el ahora. Como ella.

¡¡¡Hay tantas señales!!!

PD

Ya he encontrado una nueva ilusión, escribir mi primer libro.