Dicen que no habrá una vacuna plenamente eficaz hasta dentro de un año o dos, vemos políticos incompetentes y miserables que piensan en votos y no en votantes, y en gente egoísta que tiene poco apego a la vida propia y lo que es peor, a la ajena.
Mucho se habla de la segunda ola, pero poco o nada de la tercera, de la cuarta… ¿Estamos realmente preparados y concienciados a corto, medio y largo plazo?
Yo solo apelo a la fe, a la que tuvimos de niños. Donde no llega la ciencia, ahí está la fe. No nos queda otra cosa.
No tengo miedo a ningún virus, no tengo miedo a la enfermedad ni al dolor, no tengo miedo a la muerte.
No soy un valiente.
Solo soy un creyente.
Y, bueno, sí tengo miedo de algo: de perder la fe.
Anoche, a eso de las 00,40 salí del trabajo. Había llegado lo último de Italia, preparaba un adelanto sobre el enemigo y se complicó el cierre. Llevaba dos minutos cuando un coche de la Policía Local me siguió e hizo que me parara. Antes de hablar me puse a buscar mi salvoconducto (justificante de mi empresa), me preguntaron que adónde iba, que si a esa hora salía del trabajo… Iban con mascarilla. El que estaba más cerca se la subió a la nariz.
Le mostré el papelito y di mi apellido cuando lo pidieron. .
Justo antes de irme les deseé, emocionado, que mucho ánimo. .
A poco más de cien metros estaba el Hospital de Burgos y se podía ver el techo de una carpa roja de triaje, donde se decide en el acto quiénes ingresan y quiénes se van a casa.
A poco más de cien metros estaba la muerte, el dolor, la peste del siglo XXI. Y también los héroes y las heroínas. Y quiero creer que Jesús y la Virgen.
Esa es la única verdad.
PD
¿Quién ha dicho esas historias?, ¿que el Cristo este año no sale?, si está vestido de blanco, de azul, en los hospitales…
¿Quién dice que el Nazareno no puede hacer penitencia, si están todos atendiendo a enfermos en las urgencias?
¿Cómo que Jesús Caído no saldrá el Miércoles Santo? Mírale tú en nuestros médicos que caen rendidos, exhaustos, con humildes cireneos ayudando a cada paso: celadores, enfermeras, administrativas, codo a codo, sin descanso.
Igual que en la Borriquita pasó Jesús por la tierra, nuestros héroes camioneros pasan las noches en vela para abastecer mercados de barrio, farmacias, tiendas…
Ejército, Guardia Civil, Policía,… patrullan calles desiertas, y no están con sus familias sino cuidando a las nuestras. Y lejos de las ciudades, Jesucristo está doblado sobre los surcos de tierra, se hace a la mar en un barco, tiende cables, cava pozos o pastorea el ganado.
Nadie diga que el Señor no está en las calles presente, cuando en las Iglesias solitarias los Sacerdotes celebran Misa diariamente.
Nadie diga que el Cautivo no va a salir este año, mientras haya una voz buena llamando al que está encerrado.
Nadie diga que el Gran Poder no va en su anda, cuando tantas vidas orantes se ofrecen y aman.
Con cansancio en la mirada, con buen humor, sin fallarnos, también Cristo está presente en cualquier supermercado, reponiendo estanterías o a pie de caja cobrando.
Jesús viene en un camión de blanco y verde pintado, recoge nuestros desechos y se va sin ser notado.
Cuando veo a tanta gente que a los suyos ha enterrado, siento que también salió la Piedad del barrio bajo, la Virgen de las Angustias con su Hijo en el regazo.
Y aunque a todos nos asuste el pasar por el Sepulcro, ahí está la fortaleza de Aquel que ha vencido al mundo.
Tal vez no haya procesiones con imágenes talladas pero ya ves, Cristo sale al encuentro de tu alma, en mil rostros escondido, sin cirios y sin campanas.
Que aunque no haya procesiones por España en primavera, seguirá oliendo el incienso que pone su gente buena.
El amor salta las tapias, el corazón no se encierra; será una «Semana Santa» más que nunca, y verdadera. El.